Entrevista por: Ana Lucía Chaves.
Realizada el 28 de septiembre de 2019.
1. ¿Quién es María Isabel Luján?
MIL: Estudié Derecho en la Universidad Francisco Marroquín, y al graduarme obtuve una beca Fulbright para estudiar una maestría de Derecho Comparado en New York University. Luego de ello tuve la oportunidad de trabajar en un bufete en St. Louis, Estados Unidos y aprender de la forma en la que se ejerce la profesión en dicho país. Al finalizar esta experiencia, fui aceptada en una maestría de Derecho Internacional en la Vrije Universiteit Brussel (VUB) y viví un año en Bruselas. En todas estas universidades conocí a gente excepcional de muchos lugares del mundo, aprendí de sus culturas y enfoques de vida, y me dí cuenta que todos los países del mundo tienen retos y oportunidades, y que depende de uno mismo cómo quiera enfocarlos para que sean un aporte positivo en nuestra misión de vida. Luego de un par de años de estar de vuelta en Guatemala, tuve la gran bendición de unirme con dos profesionales excepcionales al que luego se fueron sumando otros fantásticos socios, y casi sin sentirlo ya han pasado 20 años de desarrollarnos en un bufete que ha crecido a través de un enfoque de trabajo en equipo, valores éticos, fortalecimiento del Estado de Derecho y aporte para nuestra comunidad.
2. ¿Por qué razón decidió estudiar Derecho?
MIL: Crecí en una Guatemala bajo el conflicto armado, lo cual me impactó en muchos sentidos. Por circunstancias familiares, también vivimos fuera del país durante distintas épocas de mi infancia y adolescencia, y era consciente que la gente percibía a Guatemala como un lugar lleno de inestabilidad y peligros; sin embargo, y a pesar del miedo y de la tristeza que todo esto implicaba, siempre tuve la esperanza que las cosas iban a mejorar. Así que al ir entendiendo la forma en la que podía colaborar con mi granito de arena para que nuestro país evolucionara, lo he tratado de hacer de manera compartida entre mi vida profesional y espacios en los que he participado como voluntaria para el fortalecimiento del tejido social de nuestro país.
3. ¿De qué manera cree que ha impactado al gremio con su ejercicio profesional?
MIL: Creo que la posibilidad de poder ayudar a través de mi profesión es lo que, de forma consciente o inconsciente, me ha apasionado siempre del Derecho. Guiar a las personas a poder comunicarse mejor entre sí para poder resolver sus problemas y conflictos, es algo muy satisfactorio. Asimismo, actuar en cumplimiento de aquello que dicta la ética no es siempre el camino más fácil para ejercer como Abogado y Notario, e incluso a veces conlleva riesgos complejos en nuestro país. He tenido el privilegio de tener unos socios magníficos que con su acompañamiento y apoyo a lo largo de nuestra vida profesional, ha sido muy satisfactorio darnos cuenta que aunque el proceso sea más largo y a veces difícil, sí es posible desempeñarnos de forma correcta y ética.
4. ¿Qué retos académicos y profesionales ha cumplido y cuáles serán los siguientes?
MIL: La vida nos enseña que para todo hay un momento ideal. En la etapa de estudios universitarios, el reto era prepararme lo mejor posible y con ello poder optar a alguna beca para estudiar en el extranjero y abrir mis horizontes. Luego de ello vino la etapa de aplicar lo aprendido ejerciendo la profesión y en paralelo, buscar otros espacios en los que colaborar de forma voluntaria en temas que ayudan a Guatemala a ser un país en el que todos podemos desarrollarnos de la mejor forma posible.
En este momento, en QIL+4 Abogados participamos en un proyecto con varios bufetes para poder establecer una estructura que permita prestar asesoría legal gratuita en Guatemala con los más altos estándares de calidad, la cual complementaría la asistencia legal gratuita que ya existe a través de los bufetes populares universitarios y otras organizaciones no lucrativas. El reto es hacer crecer la cultura de asesoría legal Pro Bono en Guatemala y lograr que todas las personas que lo necesiten puedan tener acceso a nuestro sistema legal con el mejor apoyo profesional posible.
5. ¿De qué manera su trayectoria se ha enfocado en desarrollar fundaciones como la Fundación Proyecto de Vida y Fundación Voces Vitales?
MIL: Creo que quienes hemos tenido el privilegio de estudiar una profesión como el Derecho, tenemos también la obligación de dar asesoría legal gratuita cuando es necesaria y en la medida de nuestras posibilidades. Tuve la oportunidad y el privilegio de estudiar una maestría fuera de Guatemala con una beca Fulbright. Uno de los principios filosóficos de esta beca es compartir al regresar a tu país los nuevos conocimientos adquiridos. Inspirada en ello, cuando al volver a Guatemala fui contactada para apoyar de forma gratuita para la estructuración legal de 4°norte, me involucré de lleno durante toda su primera etapa. Esto me llevó un tiempo después a participar en GuateÁmala (Fundación Proyecto de Vida) por varios años, y más adelante, en la Fundación Voces Vitales y en FUNDESA. En cada uno de estos proyectos he aprendido muchísimo de la importancia de la participación ciudadana, del fortalecimiento del tejido social y del diálogo, de la importancia de la educación de las niñas, así como de Guatemala y los retos más relevantes que tiene nuestro país para su desarrollo óptimo. Además, en este recorrido me ha quedado como regalo de vida el conocer a personas de las que he aprendido mucho, que me han permitido crecer como ser humano, y algunos de ellos se han convertido en amigos entrañables y esa “familia escogida” que muchos tenemos.
6. ¿Qué actividades piensa que son importantes en la vida estudiantil de un alumno de Derecho?
MIL: Durante el tiempo de educación universitaria, creo que es importante prepararse tanto desde la perspectiva académica como hacer prácticas para ir entendiendo cómo será el ejercicio de nuestra profesión a futuro. Y en paralelo, también es fundamental hacer todo lo posible para conocernos a nosotros mismos y entender cuáles son las fortalezas y retos que cada uno tenemos a nivel individual, y de esta forma lograr ser la mejor versión de nosotros mismos. Una forma de lograrlo es participando en proyectos de voluntariado en los cuales podremos conocer mejor cuales son los temas que más nos interesan, la razón intrínseca de este interés, y así poder evaluar si se puede enfocar la vida profesional en éstos. 7. En su opinión, ¿De qué manera puede un abogado y notario dejar una huella en el mundo?
MIL: Creo que es esencial sentir algún tipo de conexión especial con el área de práctica que es escoja. Considero que todas son interesantes y loables, y en la medida en la que sintamos pasión por la que escojamos, se verá reflejado en la calidad de asesoría legal que se proporcione. Adicionalmente, en Guatemala los profesionales del Derecho son tomados en cuenta en muchos espacios de relevancia ciudadana, por lo que creo que es importante apoyar en el fortalecimiento de nuestras distintas instituciones legales, las cuales son esenciales para el funcionamiento del Estado de Derecho.
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