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Studying abroad con Sofía Escribá

Por Gabriela Arias y María José Gándara.


¿Cuáles son los datos más importantes que nos puede dar acerca de estudiar en el extranjero que normalmente no se saben? Es un proceso para el cual uno se tiene que preparar, hay que informarse e investigar a cuáles universidades se va a aplicar; saber cuál es su ideología. El proceso de aplicación tiene muchas aristas, porque hay que hacer ensayos y contestar un formulario bastante extenso,  puede ser tomado a la ligera pero hay que prepararse para ser aceptados en donde la persona quiere estar. Es importante concentrarse en las universidades a donde realmente queremos ir, el proceso es caro – cada aplicación cuesta dinero – por lo que es importante delimitar a las universidades a donde nos gustaría ir y solo aplicar a esas. En mi caso, era muy importante que yo quería tener ayuda económica por lo que elegí universidades donde tenían becas para alumnos extranjeros, no es tan común, pero sí hay algunas. En conclusión, lo más importante es investigar, aunque el proceso sea complicado si se lee y se estudia se puede hacer bien.

¿Cuál fue el reto más grande de estudiar en el extranjero?

Para mí el reto más grande fue que cuando estuve aquí en Guatemala siempre fui de las mejores alumnas, en los primeros lugares, entonces uno siente que ya lo sabe todo, pero cuando se llega allí, te das cuenta que estás alrededor de gente que también estaba en los primeros lugares de su universidad entonces el nivel es mucho más alto. Realmente es un shock, porque estás acostumbrado a ser el mejor de una laguna pequeña. En cambio, en el extranjero eres uno más de una laguna muchísimo más grande. La clase del LLM en NYU estaba conformada por más de 400 personas y hay una mezcla con los estudiantes de Derecho estadounidenses y extranjeros, entonces realmente no eres nadie – los profesores no te conocen, no saben tu nombre  - y eso es difícil. En Guatemala estamos acostumbrados a que todo es pequeño, ese cambio es duro.

¿Qué le gustaría haber sabido antes de perseguir un LLM? Me hubiera gustado haber trabajado más, me fui recién graduada. Había trabajado en la Municipalidad, no había tocado los temas corporativos. Si hubiera trabajado en una firma, creo que eso me hubiera servido a identificar que me gustaba para seleccionar mis clases una vez estando allá, porque en la maestría se pueden escoger de 4 a 5 por semestre dentro de un pensum que ofrece más de 100 clases. En total solo se pueden sacar 10 clases por lo que hay que ser inteligente en ese proceso corto. Yo creo que pude haber escogido mis clases de diferente manera, haber trabajado más me hubiera servido para esto; para escoger mejor. ¿Qué fue lo mejor de haber conseguido ese título? En el tema no académico, lo mejor fue los amigos que hice, yo tengo amigos en todas partes del mundo y eso se traduce en que, al trabajar en una firma corporativa, intentaba buscar firmas en donde estuvieran mis amigos y así contratarlos, entonces eso genera una red de contactos. El mundo del Derecho es pequeño, y tener los contactos me ha ayudado muchísimo para tener relaciones que pueden llegar a ser importantes. Para mí, la experiencia personal, es lo más importante, el crecimiento personal después sirve en la vida profesional y que me ha permitido tener amigos en todas partes del mundo. Desde el punto de vista profesional, lo mejor - al menos en mi caso -es que la comunidad internacional; por ejemplo, los estadounidenses, al ver que tienes una maestría en Estados Unidos consideran que su educación está al nivel de ellos. 

¿Por qué cree usted que existe el mito de que solo se puede ejercer la abogacía en el país donde se estudió la carrera? Existe porque casi siempre es cierto, creo que el problema que tenemos nosotros como guatemaltecos a la hora de querer trabajar en otro país es que, desde la crisis en el 2008, la contratación de abogados extranjeros en las firmas estadounidenses ha disminuido y las personas que consiguen trabajos es la gente de países grandes, en donde las firmas tienen muchos negocios con esos países. Por ejemplo, la gente de Brasil o de México puede conseguir más fácil un trabajo porque las firmas tienen muchos negocios con esos países. Pero aun así, el negocio es pequeño. Solamente te dan permiso de trabajar 1 año en el país después de graduarse, luego se tendría que sacar una visa y casi nadie consigue obtenerla. De mis amigos, casi nadie se quedó trabajando allá y los que sí lo hicieron fueron los que se dedicaban a impuestos que es algo un poco más genérico. En el caso de NYU, la maestría en impuestos es la número 1 en el mundo, entonces la gente en este tema sí conseguía más trabajo que en cualquier otra rama. Yo sí creo que es muy difícil buscar trabajo siendo abogado en otro país.

¿Cuál piensa que es la mejor solución para erradicar ese mito o el miedo a trabajar en otro país? No se puede trabajar en otro país sin tener la maestría, eso es lo más importante. No se puede trabajar en España si no se ha obtenido una maestría de allá. Yo creo que lo más importante son los contactos, la gente que consigue trabajos son aquellos que venían de una firma y en su firma le ayudan a conseguir trabajo en otra firma en Estados Unidos con la que tienen relación. Una recomendación sería crear una red de contactos, que no es solo a través de una firma sino, aprovechando las oportunidades que se presentan cuando uno es estudiante como irse a congresos internacionales. Allí se crean relaciones, normalmente uno no se enfoca en crear esas relaciones pero es importante. Dar tarjetas, mandar correos, hacer todo el seguimiento es importante.

¿Le recomendaría a las personas que están estudiando Derecho ejercer la carrera en otro país? Si les gusta sí. Lo importante es tener claro sus metas y ser realista. Si es algo que quieres hacer hay que trabajar para hacerlo, ya que no es algo fácil, cuando empiezas a estudiar Derecho de las primeras cosas que te dicen es que no te vas a poder ir, pero si tú tienes claro que eso es algo que quieres hacer, desde el principio hay que hacer un plan de carrera y hacer todo pensando en eso. Hablar tres idiomas es algo que suma puntos, especializarse en cosas que sean eminentemente internacionales – impuestos, arbitraje internacional – enfocar la carrera en esos temas internacionales va a servir. Sin embargo, las cosas no siempre salen según el plan, yo creo mucho en el dicho de Steve Jobs que los puntos se conectan viendo hacia atrás, porque uno cree que está yendo hacía un punto pero la vida te lleva por otros caminos. Lo más importante es planearlo desde el principio y enfocar tus  objetivos hacia eso.




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